Mi nombre es Carlos Rodríguez, tengo 45 años y desde hace un tiempo soy aliado de ASOBONITA. La primera vez que escuché sobre esta increíble asociación fue a través de un buen amigo, Juan Pérez, quien ya estaba involucrado en varias iniciativas ambientales que ASOBONITA llevaba a cabo. Un día me contó sobre un evento de limpieza en la playa de Bávaro, y me emocionó tanto su relato sobre la dedicación de todos los que participaban, que decidí unirme.
Recuerdo que el sol estaba fuerte ese día, pero lo que más me impactó no fue el calor, sino la energía de la gente, las sonrisas y sobre todo, la pasión con la que trabajaban por el medio ambiente. Me di cuenta de que no solo se trataba de limpiar una playa, sino de devolverle vida a la naturaleza y transmitirle ese amor a los demás. En ese momento entendí que formar parte de ASOBONITA no solo era una oportunidad para hacer algo grande, sino una forma de contribuir a algo mucho más grande que yo mismo.
Hoy, como aliado de la asociación, me siento parte de una red que cada vez crece más, y mi compromiso con la causa no ha hecho más que fortalecerse. El trabajo de ASOBONITA ha cambiado mi forma de ver el mundo. Ahora, lo que más me emociona es saber que juntos podemos crear un cambio real, un cambio que será visible en las generaciones venideras.
Quiero invitar a todas las personas que, como yo, tienen el deseo de hacer algo por nuestra tierra, que no lo piensen más. Únete a ASOBONITA. Aquí no solo trabajas por el planeta, sino también por la comunidad, por tu gente, por tus hijos. ¡Somos muchos, y juntos somos imparables!
